Que muito m’ eu pago d’ este verão
por estes ramos e por estas flores,
e polas aves que cantan d’ amores
por que ando i led’ e sen cuidado;
e assi faz tod’ omen namorado:
sempre i anda led‘ e mui loução.
Cand’ eu passo per algũas ribeiras,
so bõas arvores, per bõos prados,
se cantan i passaros namorados
log’ eu con amores i vou cantando,
e log’ ali d’ amores vou trobando,
e faço cantares en mil maneiras.
Ei eu gran viço e grand’ alegria
quando mias aves cantan no estío.
Airas Nunez, insiste en aguilloar ao rei Denis (que era de Lisboa, non de París)
Aguilloar, para los que sois de más allá del Miño, es azuzar en la lengua de Cervantes (Lugo). Aquí Airas no sólo cumple nuestros sueños de ayer, realzando lo hermoso del enamoramiento y quitando hierro a sus consabidos sinsabores, sino que añade una nota digna de luz y taquígrafos.
Mientras los provenzales, mediterráneos, cantan al calor florido de la primavera, los galaicos nos hablan del ¡los prados del estío! Qué gran verdad, porque he vivido años en Compostela en que la primera semana de sol y cielos despejados llegó pasada el San Juan. Si no sabe el lector a qué cae San Juan, o San Luis, o San Antonio, por favor abandone la sala y cuidado con la puerta que con la corriente se abate.
E iguala el santiagués clérigo la felicidad de la natura, pájaros cantores y coloridas flores, con los cánticos del hombre enamorado (namorado), feliz (ledo) y lozano (loução).
Y nos insiste en la segunda estrofa en algo ya visto, la inspiración poética que le viene de la alegría de su enamoramiento, y le permite hacer «cantares en mil maneiras». No es baladí, este comentario, pues fue Airas un virtuoso de las cantigas de amigo y de amor, siendo muy innovador no sólo en los temas sino también en los recursos formales y estrofas utilizadas.
Para finalizar, no sólo el comentario de este bello y breve poema sino también esta serie que nos ha entretenido cinco desayunos, nos encontramos en la coda con que tiene él gran satisfacción y el gran gusto, «gran viço e grand’ alegria» con que arrancamos el otro día. Así pues, quedémonos con lo bello: ese sol que brilla, esos pájaros que escuchamos por la ventana, esa esperanza por una chica, ese interés por el próximo fin de semana. Lo que sea, pero alegres, carallo, que siempre hay excusa para por la vida triste o feliz. Levantemos el mentón y decantémonos por amores ir trovando.